Como decir adiós

Tener que decir adiós de manera definitiva a alguien que amas no es nunca una tarea fácil, nos pone de cara con la fragilidad de la vida y con tener que aceptar la ausencia de alguien que quisiéramos con nosotros, tener que volver a acostumbrar la mente a una nueva realidad que sin esa persona nos gusta menos y nos parece triste e injusta. En todo este proceso de adaptación y de integración del duelo, los rituales tienen mucha importancia.

Las rutinas y los rituales nos calman, nos dan tranquilidad, son una estabilidad que agarrarse cuando parece que el resto tambalea, por eso en este momento, todos los ritos funerarios que se llevan a cabo permiten la creación de un espacio catártico emocional compartido con aquellas personas que están sintiendo de manera parecida a la nuestra la ausencia de la persona amada. Y ayudan así, empezar a trabajar este proceso de duelo que se puede alargar entre 1 y 2 años y que nos permite reajustarse a la vida, y poder volver a disfrutar de la felicidad aun siendo conscientes de la pérdida y habiéndola aceptado.

En el caso de las pérdidas gestacionales, sin embargo, todo el tema de los rituales no está previsto de la misma manera, recordamos que en función de la semana de gestación donde se haya producido la pérdida no se ofrece a la familia la posibilidad de poder tener el cuerpo y por lo tanto de poder llevar a cabo ningún tipo de rito funerario (aunque se está luchando para cambiarlo y hay ya jurisprudencia favorable).

Por eso es precisamente tan importante poder incorporar rituales que puedan acompañarnos en esta pérdida, rituales que se pueden llevar a cabo junto con la pareja o ampliando el círculo a familia y amigos, unos rituales que ayudarán al reconocimiento del bebé y empezar a elaborar este duelo.

Es muy importante transmitir a los padres en duelo la idea de que aquellos rituales no son fruto de una quimera ni una cosa absurda, y que el dolor que están sintiendo no es desmesurado, sino precisamente todo lo contrario, entender que en ese momento estos padres están precisamente afrontando la realidad que todo lo que habían pensado acaba de desaparecer, que acaban de perder un hijo y al mismo tiempo un proyecto de vida, unos planes, unas esperanzas, por lo tanto todos estos rituales no son un teatro o una exageración, son una parte muy importante para poder ayudar a procesar todo este cambio, y así poder de nuevo sentirse bien y con fuerzas para querer volver a ser padres si así lo deciden.

Algunas ideas que pueden servir para los rituales pueden incluir por ejemplo hacer un encuentro en un lugar significativo, encender velas, cantar una canción, escribir cartas para el bebé que no está, etc.

No hay una fórmula correcto sino que podemos encontrar muchas ya que lo importante sobre todo es que le damos al acto un carácter de ritual y por tanto un valor de acto de importancia y que sirva además para establecer conexiones, y permitir espacio para la expresión de las emociones.